2. Las Vanguardias

2.5. Las Vanguardias en España

A mediados del siglo XX, España vivía bajo el régimen franquista, un contexto marcado por el conservadurismo político y cultural que promovía el folclore tradicional como símbolo identitario. Sin embargo, pese a la censura y el aislamiento internacional, un grupo de compositores emergió con fuerza para renovar el lenguaje musical, conectando con las corrientes vanguardistas europeas. Esta generación, liderada por figuras como Cristóbal Halffter, Luis de Pablo y Ramón Barce, buscó trascender el nacionalismo musical oficialista mediante técnicas innovadoras y la experimentación.

Inspirados en la Segunda Escuela de Viena y en referentes como Stockhausen o John Cage, estos músicos adoptaron el dodecafonismo y el serialismo integral, sistemas que organizaban matemáticamente no solo las alturas, sino también el ritmo, la dinámica y el timbre.

Más allá de la abstracción, muchos compositores integraron elementos característicos del folklore español, como ritmos flamencos o referencias a la música medieval, en un intento por conciliar vanguardia y tradición, un ejemplo representativo son las obras Tiento del primer tono y Batalla Imperial y Debla de Cristóbal Halffter. Carmelo Bernaola, por ejemplo, fusionó atonalidad con jazz en bandas sonoras cinematográficas, mientras que Xavier Montsalvatge reinterpretó el neoclasicismo con influencias caribeñas en sus Cinco canciones negras (1945-1946).