2. Ruptura con la tonalidad

A lo largo del siglo XIX, el sistema tonal fue llevado a su máxima expansión. Compositores como Wagner, Mahler o Strauss exploraron todas sus posibilidades expresivas, llegando a tensar sus límites hasta casi desdibujarlos. A comienzos del siglo XX, algunos músicos comenzaron a considerar que la tonalidad ya no podía ofrecer nuevos caminos creativos.

Esta ruptura no fue una decisión aislada ni repentina. Fue el resultado de un proceso histórico y estético que reflejaba la inestabilidad del mundo moderno: una sociedad en transformación, marcada por crisis políticas, guerras y profundas inquietudes existenciales. Así, la música se convirtió también en un espacio de experimentación y libertad, donde se buscaba expresar emociones complejas, a veces extremas, que el sistema tonal ya no podía contener.