1. Introducción

El lied representa una de las formas más profundas y significativas de la expresión musical en la tradición occidental. Su desarrollo, estrechamente vinculado con el auge del romanticismo en el siglo XIX, refleja una fusión inseparable entre música y poesía, donde la interpretación del texto y la expresividad emocional alcanzan su máxima profundidad.

Este género encuentra sus raíces en las corrientes culturales y filosóficas de su tiempo, donde el individuo y sus emociones se sitúan en el centro de la creación artística. En este contexto, el lied no solo se convierte en un medio para la expresión de sentimientos personales, sino también en un espejo de las inquietudes sociales y espirituales de una época marcada por el anhelo de lo sublime y la introspección.

Con sus raíces en los cimientos del clasicismo y una evolución que se extiende desde los primeros lieder de compositores como Haydn y Mozart hasta las cumbres creativas alcanzadas por Schubert, Schumann, Brahms y Wolf, el lied no solo captura las emociones individuales, sino también los anhelos colectivos de una época marcada por la subjetividad y la introspección.

Schubert en un salón de Viena - grabado según Julius Schmid (1854-1935)